Justicia despuƩs de Roe
Sanando lo comunal Trauma del aborto por un sistema de justicia restaurativa
Vea la presentaciĆ³n de Aimee Murphy y Catherine Glenn Foster sobre este libro blanco:
EL PROBLEMA
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El aborto mata a mĆ”s de 2200 niƱos en los EE. UU. todos los dĆas. [1] Este acto legal letal viola los derechos humanos, traumatiza a las familias y trae violencia a nuestras comunidades. En nuestros esfuerzos por abolir el aborto y construir un mundo donde todos y cada uno de los seres humanos sean respetados y protegidos desde la concepciĆ³n hasta la muerte natural, debemos abordar cĆ³mo debe responder un sistema de justicia pro-vida una vez que el aborto sea ilegal.
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NUESTRA SOLUCIĆN PROPUESTA
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Siempre debemos acercarnos a quienes han tenido abortos con compasiĆ³n. Esta compasiĆ³n no nos impide proteger al mĆ”s indefenso de todos: el no nacido. Proponemos un modelo de justicia restaurativa que reconoce la dignidad inherente e inmutable de todos y cada uno de los seres humanos, nacidos y no nacidos. Los objetivos de un sistema de justicia que respete la dignidad de todos deben
ser como sigue:
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Reconocer y reconocer quejas legĆtimas.
Enmendar o reconstruir la pƩrdida o el daƱo siempre que sea posible
Reducir la reincidencia
Ser razonablemente uniforme
Establecer confianza en el sistema legal y en la comunidad dada
Proteger la vida y la seguridad de la comunidad.
Funcionalmente, estos objetivos de un sistema de justicia centrado en el ser humano se cumplen dentro de un modelo de Justicia Restaurativa. Este enfoque se distingue de nuestro actual sistema de Justicia Retributiva, que
enfatiza el castigo y un balance de daƱos. El objetivo de este modelo de Justicia Restaurativa es enmendar las malas acciones y sanar la brecha que crea el aborto en la comunidad.
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Un modelo restaurador:
Involucra a todos los que han sido tocados por el daƱo: el agresor, la vĆctima y su familia, la comunidad que pudo haber coaccionado al agresor y otros.
Pregunta cĆ³mo y por quĆ© el delincuente violĆ³ a la vĆctima y aborda el impacto que tuvo la violaciĆ³n en todos los involucrados.
Se enfoca en cĆ³mo todas las partes fueron impactadas por las estructuras e instituciones sociales.
Organiza comunidades para reparar injusticias sistĆ©micas, abordar y superar prejuicios y sesgos implĆcitos, y realizar restituciones.
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CĆMO LOGRAR ESTA SOLUCIĆN
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Proponemos que se incluyan modelos de justicia restaurativa en la legislaciĆ³n relativa al aborto. El proceso de restauraciĆ³n despuĆ©s de la violaciĆ³n de un lĆmite de aborto de 20 semanas, por ejemplo, podrĆa incluir el acceso a la curaciĆ³n posterior al aborto, asĆ como a la educaciĆ³n sobre alternativas no violentas al aborto, sobre los recursos disponibles para afirmar la vida y sobre cĆ³mo contrarrestar el capacitismo y la deshumanizaciĆ³n. Es crucial integrar soluciones de Justicia Restaurativa que respeten la dignidad inherente y den cuenta de la culpabilidad de todos. Los sistemas retributivos que brindan justicia solo a los abortistas no comprenden el daƱo, el trauma, la curaciĆ³n y la dignidad humana intrĆnseca de todos los involucrados. Un modelo de Justicia Restaurativa requiere la participaciĆ³n de todas las diferentes personas e instituciones involucradas y/o impactadas por el aborto.
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Los cambios importantes deben incluir:
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Los delitos relacionados con el aborto pueden pertenecer a un tribunal de familia u otro entorno fuera del sistema de justicia penal tradicional.
El juez existirĆa mĆ”s como consejero y menos como Ć”rbitro del castigo
La participaciĆ³n de la persona embarazada, la pareja, las familias, el abortista, el personal de la clĆnica y la comunidad en:
comprender las situaciones complejas que precipitaron la decisiĆ³n de abortar.
abordar la raĆz de por quĆ© se perpetrĆ³ esta violencia y abordar esos males sociales
reconociendo el daƱo hecho
conectĆ”ndolos con la curaciĆ³n y la atenciĆ³n post-aborto
Se escucha la voz de la vĆctima y se sopesan sus preocupaciones sobre la cuestiĆ³n de la restituciĆ³n
El infractor estarĆa obligado a pasar por un autĆ©ntico proceso de reconciliaciĆ³n y restauraciĆ³n de la confianza, que implicarĆa:
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una autĆ©ntica disculpa por la fechorĆa
admitir por quƩ el daƱo fue incorrecto e hiriente
una enmienda de cambio en el comportamiento
haciendo restituciĆ³n
pidiendo perdon [2]
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POR QUĆ DEBEMOS LOGRAR ESTA SOLUCIĆN
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La dignidad humana debe ser el centro de toda acciĆ³n moral y polĆtica pĆŗblica, ya sea que lleguemos a esta comprensiĆ³n de nuestro valor intrĆnseco e inherente a travĆ©s de creencias religiosas o filosofĆa secular. Al defender el valor moral inherente del niƱo por nacer, debemos estar seguros de no violar la dignidad intrĆnseca compartida de quienes han participado en abortos. En nuestro actual modelo retributivo de justicia, vemos innumerables ejemplos de condiciones inhumanas y deshumanizantes que deberĆan considerarse totalmente inaceptables en una cultura pro-vida. La diferencia entre el sistema de Justicia Retributiva actual y nuestro modelo de Justicia Restaurativa propuesto no es el grado de castigo, sino una distinciĆ³n cualitativa: el principio fundamental de la dignidad humana en el centro de la Justicia Restaurativa requiere un cambio de paradigma completo que se aleje de la pregunta del castigo, y hacia la tarea de crear una autĆ©ntica restauraciĆ³n centrada en el ser humano.
Muchas personas que han participado en abortos han sufrido graves resultados adversos de salud mental. Sufrir el estrĆ©s traumĆ”tico de haber participado en el acto violento del aborto significa tener que afrontar el duelo por la pĆ©rdida del hijo y la culpa por la responsabilidad personal en el asunto. El impacto del aborto en quienes lo han procurado es evidente en las secuelas daƱinas y los mecanismos de afrontamiento: adicciĆ³n al trabajo, depresiĆ³n, abuso de drogas, tendencias suicidas, trastornos alimentarios y retraumatizaciĆ³n reproductiva. [3] AdemĆ”s, aquellos que han participado en la violencia a menudo pueden buscar justificarla ex post facto convenciendo a otros de que es bueno y correcto haber cometido o cometer esa violencia; cuya consecuencia es que quienes han abortado pueden tratar de convencer a otros de que se trata de una decisiĆ³n moralmente aceptable. Por lo tanto, es imperativo que todos los que han participado en un aborto estĆ©n equipados con amplios recursos informados sobre el trauma que afirman la vida para que podamos detener el ciclo de violencia en seco. Debido a que nuestro sistema de justicia actual, basado en un modelo retributivo, no aborda los problemas sistĆ©micos y los traumas individuales que contribuyen al Ćmpetu de un delito, las personas condenadas por delitos pasados vuelven a comprometerse y reingresar al sistema de justicia penal una y otra vez. Si queremos terminar con el aborto, debemos curar el ciclo del trauma y abordar las razones subyacentes por las que las personas ven este acto de violencia como una soluciĆ³n. La Justicia Restaurativa es la respuesta.
Si el movimiento pro-vida adopta y defiende este modelo de Justicia Restaurativa despuĆ©s del aborto, no solo serĆ” un testimonio vivo de nuestros principios fundamentales de nuestra dignidad humana compartida, sino que tambiĆ©n demostrarĆ” una compasiĆ³n central y necesaria en el esfuerzo por abolir el aborto. Un sistema de Justicia Restaurativa es pro-vida y pro-mujer. Es un modelo que demuestra que no tenemos que elegir entre madre e hijo: podemos āamarlos a ambosā.
notas
1. Informe del Instituto Guttmacher, septiembre de 2019.
2. Por supuesto, no existe ningĆŗn requisito de que la vĆctima deba aceptar la disculpa u ofrecer perdĆ³n; pero este es un paso crucial para el delincuente en un intento por reconstruir las relaciones y sanar a la comunidad.
3. Dra. Theresa Burke, ViƱedo de Raquel.
Firma nuestro
declaracion de
apoyo
Como defensores de la dignidad inherente y el derecho a la vida de todos los seres humanos desde la concepciĆ³n hasta la muerte, hacemos un llamado a la aboliciĆ³n del aborto en nuestras leyes y en nuestra cultura. En nuestro camino hacia el logro de ese objetivo, reconocemos la trĆ”gica realidad de que algunas personas probablemente aĆŗn busquen terminar con la vida de su hijo no nacido en momentos en que el embarazo es especialmente difĆcil o inconveniente, incluso despuĆ©s de que el aborto estĆ© prohibido por ley. En nuestro esfuerzo por terminar con el aborto, nunca debemos descuidar o deshumanizar a quienes han participado en abortos. Por lo tanto, defendemos la dignidad de todos: los niƱos por nacer, sus padres, e incluso los abortistas y todos los demĆ”s que han contribuido a la decisiĆ³n del aborto. Afirmamos que debemos crear un nuevo paradigma centrado en el ser humano para la justicia despuĆ©s del delito de aborto.
Estamos pidiendo a los legisladores, lĆderes y activistas de base pro vida que adopten con valentĆa esta propuesta de justicia restaurativa holĆstica y centrada en el ser humano despuĆ©s del aborto. La justicia punitiva, deshumanizadora y vengativa dentro de nuestro actual modelo retributivo es incongruente con la dignidad humana. Entonces, con muchos defensores de la vida en todo el mundo que entienden que nuestro sistema de justicia retributiva, que solo agrava y multiplica el trauma y el daƱo, nunca puede ser una respuesta curativa centrada en el ser humano al dolor y el trauma comunitarios del aborto, respaldamos con orgullo este esfuerzo.
DECLARACIĆN DE APOYO
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Apoyo la justicia restaurativa despuƩs del aborto.
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Quiero ver curaciĆ³n para todos los que han sufrido a manos del complejo industrial del aborto.
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Quiero ver sanaciĆ³n para aquellos que han elegido el aborto y sufrieron la pĆ©rdida de su propio hijo, y para aquellos que lloran la pĆ©rdida de hermanos, primos u otros miembros de la familia.
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Quiero ver curaciĆ³n para los abortistas, los trabajadores de las clĆnicas y aquellos en las corporaciones que participaron en abortos, a quienes se les debe dar el espacio para aceptar su complicidad, y llorar a los niƱos asesinados y desaparecidos hoy a causa de la violencia del aborto.
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Quiero ver un sistema de justicia que reconozca la pƩrdida de innumerables niƱos por nacer, ayude a los delincuentes a reparar el daƱo causado y trabaje junto con las familias y las comunidades para sanar y hacer que el aborto sea impensable.
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Por lo tanto, quiero ver prĆ”cticas de justicia restaurativa integradas en toda legislaciĆ³n futura que busque limitar, restringir o prohibir el aborto.
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FIRMADO,