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La Ć©tica de vida consistente

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ĀæQuĆ© es la brutalidad policial?

La brutalidad policial es el uso de fuerza indebida o innecesaria contra civiles. Incluye acoso, palizas, tortura y otras formas de violencia. En algunos casos, es fatal o tiene consecuencias fatales.

 

En Estados Unidos, la policĆ­a recibe un promedio de 168 horas de capacitaciĆ³n en el uso de armas de fuego, defensa personal y uso de la fuerza; por lo general, solo una fracciĆ³n de ese tiempo se dedica a aprender sobre violencia domĆ©stica, enfermedades mentales y agresiĆ³n sexual. La inmunidad calificada, una doctrina judicial que impide que los funcionarios del gobierno sean procesados por delitos que no violen la ley ā€œclaramente establecidaā€, a menudo protege a los agentes de enfrentar consecuencias por acciones mortales. De hecho, de los 1.147 casos en los que la policĆ­a matĆ³ a personas en 2017, los policĆ­as fueron acusados solo el 1 % de las veces .

 

La brutalidad policial es siempre un acto de deshumanizaciĆ³n. Nuestras acciones deben defender la dignidad humana del otro, y la brutalidad policial es un rechazo explĆ­cito del otro, un intento de afirmar la superioridad. Es especialmente atroz porque el poder que tiene la policĆ­a se les otorga para que puedan proteger a los vulnerables; la violencia agresiva es una grave perversiĆ³n de ese papel. 

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Image by Maria Oswalt

ĀæQuiĆ©n sale perjudicado por la brutalidad policial?

Todos merecen vivir libres de violencia, por lo que nadie debe vivir con miedo a la brutalidad policial. Sin embargo, la brutalidad policial es un problema increĆ­blemente comĆŗn: se considera " una de las principales causas de muerte de hombres jĆ³venes " en los Estados Unidos.  

 

La brutalidad policial existe en todas las culturas y, si bien atraviesa lĆ­neas de identidad de gĆ©nero, raza y edad, afecta de manera desproporcionada a las minorĆ­as y a los miembros mĆ”s vulnerables de una sociedad. Las personas transgĆ©nero, por ejemplo, experimentan violencia policial 3,7 veces mĆ”s que las personas cisgĆ©nero, y los estudios muestran que las tasas de homicidios policiales ā€œaumentan a la parā€ que las tasas de pobreza.

 

Las trĆ”gicas consecuencias de la violencia policial son muy claras cuando se analiza su relaciĆ³n con el racismo sistĆ©mico. Los hombres negros tienen 2,5 veces mĆ”s probabilidades que los hombres blancos de tener encuentros fatales con la policĆ­a, y los estudios muestran que las personas negras que mueren a manos de la policĆ­a tienen mĆ”s del doble de probabilidades que las personas blancas de estar desarmadas. Las personas de color que mueren por la violencia policial tienen ā€œuna probabilidad desproporcionada de que sus muertes se clasifiquen como resultado de un accidente, causas naturales o intoxicaciĆ³nā€. Cuando el uso de la fuerza se encuentra con el racismo, nos quedamos con una deshumanizaciĆ³n rutinaria y mortal.  

 

Muchos casos de violencia fatal no se hacen pĆŗblicos hasta que un testigo comparte una grabaciĆ³n de la violencia. Esto lleva a algunas preguntas inquietantes: ĀæQuiĆ©n no ha sido grabado? ĀæCuĆ”ntas muertes han pasado sin testigos? ĀæCuĆ”nta violencia queda sin documentar?

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MilitarizaciĆ³n de la PolicĆ­a

Una organizaciĆ³n militarizada es aquella que ve ā€œel uso de la fuerza y la amenaza de la violencia como el medio mĆ”s adecuado y eficaz para resolver los problemasā€. Como seguidores de la Ɖtica de Vida Consistente, creemos que la violencia agresiva nunca es la respuesta y que la fuerza es un mal primer intento de resolver un problema.  

 

Cuando las protestas contra la violencia policial recorren el paĆ­s, las noticias se llenan de fotos de agentes vestidos con equipo antidisturbios, conduciendo vehĆ­culos militares y empuƱando armas militares. Pueden intentar acabar con las protestas con gases lacrimĆ³genos y balas menos letales. ĀæCĆ³mo accede la policĆ­a a este equipo y por quĆ© se parece mĆ”s a una operaciĆ³n militar que a la seguridad interna? ĀæCĆ³mo se militarizĆ³ la policĆ­a?

 

La militarizaciĆ³n rĆ”pida y generalizada se ha hecho posible gracias al programa 1033, una iniciativa federal que permite que las fuerzas armadas entreguen equipo excedente a las agencias policiales (gran parte de este excedente proviene de las guerras estadounidenses en AfganistĆ”n e Irak ). Las agencias pueden ordenar cosas como lanzagranadas y gases lacrimĆ³genos (la agencia solo tiene que pagar el envĆ­o del equipo) y luego formar unidades de policĆ­a paramilitar (PPU) inspiradas en las fuerzas especiales del ejĆ©rcito.

 

Las PPU se diseƱaron originalmente para el "despliegue reactivo de especialistas de alto riesgo para eventos particularmente peligrosos... como situaciones de rehenes, francotiradores o terroristas", pero esta no ha sido su funciĆ³n principal desde la dĆ©cada de 1990. En cambio, la gran mayorĆ­a de los despliegues de PPU han sido para redadas de drogas, en particular "entradas dinĆ”micas sin tocar y sin tocar". El uso de PPU de esta manera convierte la metĆ”fora de la ā€œguerra contra las drogasā€ en una batalla bastante literal.  

 

Alrededor de 8.200 agencias participan actualmente en el programa, y el equipo que se ha entregado tiene un valor de mĆ”s de 7.400 millones . Aunque se podrĆ­a suponer que las PPU existen principalmente en las grandes ciudades, las PPU tambiĆ©n han aumentado enormemente en los pueblos pequeƱos: en la dĆ©cada de 1980, el 20 % de las agencias de los pueblos pequeƱos tenĆ­an una unidad paramilitar de policĆ­a, y en 2007, este nĆŗmero habĆ­a aumentado al 80 % . . El uso de PPU no parece reducir las tasas de delincuencia o violencia , y un estudio en Georgia mostrĆ³ que las agencias que fueron mĆ”s activas con el programa 1033 dispararon fatalmente a una tasa cuatro veces mayor que otras agencias.  

 

La militarizaciĆ³n fomenta una  mentalidad de que los oficiales de policĆ­a son una fuerza de ocupaciĆ³n en lugar de una agencia destinada a proteger y servir. Lidiar con el crimen no es guerra, y no debe ser tratado como tal.

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Image by Alec Favale

Hechos rƔpidos

 

  • Los estudios muestran que las unidades paramilitares de la policĆ­a se utilizan de manera desproporcionada en vecindarios con un mayor nĆŗmero de residentes negros, incluso cuando los estudios controlan las tasas de delincuencia locales.

  • Los uniformes militarizados tienden a disminuir el apoyo y la confianza del pĆŗblico en la policĆ­a.

  • Las encuestas muestran que la mayorĆ­a de los estadounidenses cree que la policĆ­a no debe usar equipo militar.

Image by Maria Oswalt

Preguntas mƔs frecuentes

ĀæNo es necesaria la violencia para mantener la paz?

La mayorĆ­a estarĆ­a de acuerdo en que se puede justificar cierto nivel de fuerza para la protecciĆ³n de los vulnerables y para la autodefensa. Sin embargo, la defensa de uno mismo o de los demĆ”s nunca requiere brutalidad.


ĀæLo que debe hacerse?

Ya sea que apoye la reforma policial o la aboliciĆ³n de la policĆ­a, creemos que todos pueden estar de acuerdo con estas ideas centrales:

  • La vigilancia no es una guerra, y la militarizaciĆ³n excesiva de la policĆ­a es inapropiada

  • Las personas que tienen crisis de salud mental merecen una atenciĆ³n apropiada y compasiva

  • Cualquier persona que trabaje en entornos potencialmente amenazantes debe recibir capacitaciĆ³n en desescalada e intervenciĆ³n pacĆ­fica.

  • El uso de lagunas legales como la inmunidad calificada es inmoral y obstruye la justicia

 

Aprende mƔs

Vigilia por las VĆ­ctimas del Sistema de Justicia

PolicĆ­a, prisiones y pena de muerte: un panel de la Conferencia Rehumanize 2020

Gas lacrimĆ³geno y los no nacidos

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